Domingo 2º de Cuaresma - Ciclo A

16.03.2014 19:44
Lectura del santo evangelio según san Mateo (17,1-9):
En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.

Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.
Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Sí quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.» Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.

Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis.» Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»

Palabra del Señor

Meditación
esús se transfiguró ante sus discípulos mientras oraba en la cumbre del monte. Se encontraba sumergido en un diálogo personal, íntimo y profundo con su Padre, cuando de su persona comenzó a irradiar una luz resplandeciente.

Es así como en medio de la Cuaresma, Jesús nos invita a seguir su ejemplo de oración. En su conversación con el Padre, Jesús no le pide que lo saque del mundo, ni que le quite la cruz, más bien, busca adherirse con todo su ser a la voluntad del Padre. Así nos demuestra que la verdadera oración es unir nuestro querer al de Dios. Para un cristiano, rezar no es evadir la realidad sino enfrentarla a fondo. Tampoco es algo accesorio u opcional para cuando no se tiene nada más que hacer. La oración es cuestión de “vida o de muerte”.

¡Cuánta necesidad tenemos de encontrarnos con Jesús en la oración! de salir de las tinieblas del mal, de la indiferencia, de la tibieza, para experimentar la alegría de ser hijos de Dios y fieles amigos del Señor.


Autor: Regnum Christi

Fuente: Regnum Christi
https://homiletica.org/legionarios/legionariosdecristoD0130.htm